Experta de Mayo Clinic explica por qué es importante tomar medidas antes de la perimenopausia

JACKSONVILLE, Florida—El aumento de peso es común en las mujeres durante la perimenopausia y después de la menopausia, pero los cambios físicos subyacentes comienzan mucho antes en la edad adulta. La Dra. Daniela Hurtado Andrade, endocrinóloga y experta en obesidad en Mayo Clinic en Jacksonville, explica por qué es importante comenzar a contrarrestar esos cambios antes de que llegue la perimenopausia. 

"Los cambios de peso no solo son característicos de la mediana edad o de la menopausia. Los datos han demostrado que el aumento de peso comienza temprano en la edad adulta", dice la Dra. Hurtado. "Alrededor de los 30 años, la masa muscular comienza a disminuir progresivamente como parte del proceso natural de envejecimiento, y esto se agrava en la mediana edad debido a la menopausia".

La disminución de la masa muscular conducirá a un menor metabolismo, un factor de riesgo para el aumento de peso, dice la Dra. Hurtado.

Además de la dificultad de lograr un peso saludable antes y después de la menopausia, tenemos las características de la vida moderna, dice la Dra. Hurtado. Por ejemplo, la abundancia de alimentos procesados con alto contenido en azúcar y grasa; la tecnología, como escaleras mecánicas, ascensores y automóviles, que permite a las personas desplazarse de un lugar a otro sin la necesidad de caminar; y la dificultad para desconectarse de los dispositivos que mantienen a las personas conectadas al trabajo y en estado sedentario durante más tiempo, con menos tiempo dedicado a la actividad física. 

Ser consciente de que los cambios físicos relacionados con el peso comienzan antes de la mediana edad puede ayudar a las personas a ser conscientes de la importancia de establecer y mantener un estilo de vida saludable, que incluya una alimentación adecuada y ejercicio (al menos 150 minutos a la semana), mucho antes de la menopausia, dice la Dra. Hurtado. Puede ser útil hacer un seguimiento de qué y cuánto comemos, a fin de saber cuánto necesitamos para sentirnos satisfechos y evitar comer en exceso, añade.

Para limitar la pérdida de masa muscular que se produce con el envejecimiento, una alimentación saludable debe incluir suficientes proteínas, y el ejercicio debe incluir entrenamiento de resistencia y, posiblemente, entrenamiento de intervalos de alta intensidad, dice la Dra. Hurtado.  

"Y esto es aún más importante si estamos llevando a cabo una intervención de pérdida de peso, porque sabemos que dichas intervenciones también se asocian con la pérdida de masa muscular, que puede tener una repercusión significativa en los resultados de pérdida de peso", dice la Dra. Hurtado. "Uno de los motivos por los que entramos en un estancamiento del peso cuando perdemos peso es porque perdemos masa muscular y nuestro metabolismo se ralentiza".

Si bien un estilo de vida saludable es esencial, es posible que solo sea útil hasta cierto punto en la búsqueda de un peso saludable, dice la Dra. Hurtado. El cuerpo está programado genéticamente para sobrevivir, por lo que perder peso se percibe como algo negativo y nuestro organismo intentará luchar al respecto. Algunas personas pueden mantener dietas hipocalóricas durante un tiempo y perder peso, pero con el tiempo pueden empezar a sentir hambre, comer más y engordar.

"En el momento en que algunas personas piensan incluso en perder peso o en restringir sus calorías, su cerebro anula esos pensamientos: 'No, en realidad tienes hambre, así que vas a comer todo lo que necesites para asegurarte de no perder peso'", dice la Dra. Hurtado. "Existe una proporción de personas en las que la alimentación y el ejercicio por sí solos funcionan, pero para la mayoría no es así, debido a la compleja regulación del equilibrio de energía".

Muchas personas que tienen sobrepeso u obesidad necesitarán una herramienta como un medicamento, un procedimiento bariátrico endoscópico o una cirugía bariátrica para ayudarlos a conseguir una pérdida de peso continua, dice la Dra. Hurtado. Además del apoyo nutricional y conductual, también pueden beneficiarse de la fisioterapia o la terapia ocupacional para poder encontrar formas de hacer actividad física, añade.

A principios de los 40 años, y quizá incluso antes, es importante que las mujeres y su equipo de atención médica empiecen a hablar de los cambios de peso relacionados con el envejecimiento que se están produciendo y se producirán, dice la Dra. Hurtado.

"Cada visita al médico es una oportunidad, sobre todo en estos tiempos en que el sobrepeso y la obesidad son sumamente frecuentes", dice Dra. Hurtado. "Queremos prevenir en lugar de tratar algo que quizás resulte más complejo tratar por varios motivos. Las intervenciones en el estilo de vida son el núcleo de todas las intervenciones de control del peso. Si bien debemos entender que no existe una píldora mágica, hay herramientas que pueden facilitar el compromiso con los cambios en el estilo de vida".

La Dra. Hurtado hace hincapié en que la obesidad es una enfermedad.

"Empezar la conversación sobre el control del peso con ese mensaje puede ayudar a las personas a tener una perspectiva diferente: 'Bien, entonces están hablando de algo que no es culpa mía, sino que en realidad tiene una base biológica'", dice la Dra. Hurtado. "Darse cuenta de que los problemas de peso son una enfermedad y no un defecto de carácter puede ayudarlos a pensar en este tema de manera distinta y podría tener un importante impacto en los resultados de las intervenciones de pérdida de peso".

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