Seis sugerencias para lidiar con los niños quisquillosos para comer

Escrito por Micah Dorfner, Relaciones Públicas de Mayo Clinic

Anne Harguth, especialista en dietética del Sistema de Salud de Mayo Clinic sabe muy bien la lucha que es preparar alimentos para niños quisquillosos con la comida, y no sólo dice “ya basta”, sino que comparte estas sugerencias para que los niños prueben comidas nuevas, más sanas y hasta de apariencia extraña:Una niña pone cara de disgusto frente al brócoli

  1. Entender que los alimentos nuevos llevan tiempo. Los niños no siempre quieren probar un alimento nuevo desde el comienzo, así que continúe ofreciéndoselo porque puede requerir varios intentos hasta que al niño le guste el alimento. ¡No se rinda!
  2. Recordar que una cantidad pequeña ofrece grandes ventajas. Ofrezca al niño una porción pequeña de los alimentos sanos que le gustan. A medida que más diversa se torne su alimentación, más fácil será planificar las comidas.
  3. Servir de modelo. A un niño quisquilloso con la comida, preséntele a menudo alimentos nuevos y descríbale el sabor y la textura. Si el niño ve que usted disfruta del nuevo tipo de comida, quizás decida que es seguro probarlo.
  4. Intentar un solo alimento a la vez. Servir nuevos alimentos con la comida que a todos les gusta en casa puede ayudar, porque ofrecer muchos alimentos nuevos a la vez puede resultar atemorizante.
  5. Escoger el momento oportuno. Siempre vale la pena ofrecer un nuevo alimento al comienzo de la comida, cuando todos están con hambre.
  6. Combinar alimentos, en caso necesario. Algunos niños pueden gustar de los nuevos alimentos cuando se los mezcla con otros, en por ejemplo, una cazuela. Otros niños, en cambio, pueden gustar un alimento nuevo si lo comen separado y, en ese caso, un plato con divisiones es lo mejor.

“Lidiar con niños quisquillosos para comer puede parecer una batalla dura y sin final, pero se vuelve más fácil con el tiempo”, explica Harguth. “Recuerde que no está sola, pues casi todo padre lucha con un niño quisquilloso para comer. La clave está en no darse por vencido y continuar ofreciéndole nuevos alimentos”.