Preguntas y respuestas: Manchas de sangre después de la menopausia

Una linda mujer de mediana edad en un parque otoñal

ESTIMADA MAYO CLINIC:
Tengo 52 años y acabo de pasar 10 meses sin menstruaciones, por lo que supuse que había atravesado por la menopausia, pero en los últimos meses he tenido unas pocas manchas de sangre. ¿Significa esto que todavía no he pasado la menopausia, y debería ver al proveedor de atención médica?

RESPUESTA:
Es posible que usted todavía no llegue a la menopausia. Clínicamente, la menopausia se define como un período de un año sin menstruaciones, de manera que con los 10 meses, usted todavía no llega a ese límite. Sin embargo, es también posible que usted haya atravesado por la menopausia y que el sangrado se deba a otra cosa. Por lo tanto, valdría la pena hacer una cita con el proveedor de atención médica para revisar la situación.

La menopausia es un proceso natural que pone fin a los años reproductivos de la mujer al suspenderse los períodos menstruales. Por lo general, ocurre en la década de los 40 o 50 años, con una edad promedio de 51 años en Estados Unidos.

A medida que la menopausia se acerca, no solo es común sino que se anticipa que las menstruaciones se vuelvan irregulares, etapa conocida como perimenopausia. En ese período, la menstruación generalmente desaparece un mes y luego reaparece, o desaparece por varios meses y después empiezan los ciclos regulares otra vez durante algunos meses. En la perimenopausia, las menstruaciones también tienden a presentarse en ciclos más cortos, por lo que podrían ser más seguidas de lo normal para usted.

Aunque una pausa de diez meses entre las menstruaciones supera lo normal para la etapa perimenopáusica, no es imposible de ocurrir, de manera que las manchas de sangre que notó tal vez no sean la señal de nada más que el hecho de que su cuerpo todavía no está en la menopausia. No obstante, una vez pasada la menopausia, presentar manchas de sangre puede ser motivo de preocupación.

No es normal tener sangrados después de la menopausia y es preciso que un proveedor de atención médica evalúe el asunto. Los sangrados posmenopáusicos pueden deberse a varias causas.

Una de las afecciones ocultas más graves que pueden llevar a este tipo de sangrados es el cáncer.  Por ejemplo, el cáncer que empieza en el útero, llamado cáncer de endometrio, generalmente provoca sangrados vaginales anormales. En muchas mujeres que padecen ese tipo de cáncer, el sangrado es el único síntoma, motivo por el que es tan importante evaluar lo antes posible un sangrado posmenopáusico.

Si el proveedor de atención médica sospecha cáncer de endometrio, posiblemente recomendará extraer una muestra del tejido del revestimiento uterino, mediante un procedimiento llamado biopsia endometrial. Ese tejido extraído luego se examina en el laboratorio, en busca de signos de cáncer. La biopsia endometrial puede llevarse a cabo en el consultorio del proveedor de atención médica y, por lo general, no requiere anestesia.

Otros tipos menos comunes de cáncer que también pueden provocar sangrados anormales son el cáncer del cuello del útero o de la vagina, así como el sarcoma uterino. Entre otras enfermedades ocultas que pueden llevar a sangrados vaginales después de la menopausia están las afecciones que afinan el tejido que reviste al útero o a la vagina, llamadas atrofia endometrial y atrofia vaginal, respectivamente. En algunos casos, los fibromas o los pólipos uterinos también pueden provocar sangrados.

De igual manera, el sangrado puede ser producto de una afección conocida como hiperplasia endometrial, donde se observa un crecimiento excesivo y precanceroso de las células que componen el revestimiento uterino. Se sabe también que una infección, una lesión u otro traumatismo pélvico, así como ciertos medicamentos provocan sangrados posmenopáusicos.

Pese a toda esta lista de posibilidades desconcertantes, tenga siempre presente que su sangrado puede ser inocuo, sin que ninguna enfermedad oculta y grave lo esté provocando. De todas maneras, por el momento, le recomiendo acudir al proveedor de atención médica para descubrir qué ocurre.

Dra. Jamie Bakkum-Gamez, Obstetricia y Ginecología de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota.