
ESTIMADA MAYO CLINIC: He sufrido de dolores de cabeza constantes por alrededor de seis meses. Los medicamentos me ayudan a veces, pero no siempre y el dolor vuelve a aparecer. El médico me revisó para ver si hay otro problema médico que pueda ser la causa de los dolores de cabeza, pero no encontró nada. Ahora me recomienda consultar con un especialista en el control del dolor. ¿Cómo puede esa persona ofrecerme algo más que los medicamentos? Estoy faltando mucho al trabajo y temo que nunca sea yo capaz de controlar esto. RESPUESTA: Un dolor crónico como el suyo puede ser debilitante y, según usted ha visto, los analgésicos no siempre son la solución. Un especialista en controlar el dolor puede valorar su situación y brindarle alternativas de tratamiento, además de ayudarle a encontrar maneras de sobrellevar las cefaleas crónicas para que pueda retomar su vida de la forma en que desea. Igual que en su situación, cuando no se encuentra una afección subyacente que ocasione la cefalea crónica, el tratamiento se enfoca en reducir la frecuencia y gravedad del dolor de cabeza y en disminuir la alteración que estos producen en la vida cotidiana. Considerar ver a un especialista en cefaleas, como un neurólogo, puede ser una de las mejores maneras de identificar el tipo de dolor de cabeza que usted padece y de examinar las terapias específicas para los mismos.
ESTIMADA MAYO CLINIC: Mi madre está en la década de los 70 años y acaban de diagnosticarle síndrome metabólico. ¿Es solo otro nombre para la diabetes ...
ESTIMADA MAYO CLINIC: Tengo 49 años y gozo de buena salud, pero me preocupa la osteoporosis porque atravesé por la menopausia a temprana edad (44 años). ¿Basta con hacer ejercicios en los que uno lleva el peso del cuerpo o debo también tomar suplementos de calcio? ¿Debería realizarme el examen de la densidad ósea antes de la edad normalmente recomendada de 65 años? RESPUESTA: La menopausia aumenta el riesgo de osteoporosis, pero el ejercicio puede ayudar a reducirlo, y recibir suficiente cantidad de calcio y vitamina D también puede hacer diferencia. Por su parte, el médico puede valorar su alimentación para ver si necesita suplementos. A fin de ayudar a entender el riesgo general de desarrollar osteoporosis en su caso, podría ser útil realizar pronto un examen de la densidad ósea. El cuerpo produce de forma regular nuevo hueso y descompone el viejo. Cuando uno es joven, el cuerpo produce nuevo hueso más rápido de lo que descompone el viejo y por eso aumenta la masa ósea. La mayoría de personas alcanza la máxima masa ósea entre los 25 y los 35 años. Cuanto mayor sea la masa ósea, más hueso tendrá el cuerpo para sustentar la salud ósea durante el resto de la vida. El riesgo de osteoporosis aumenta con la edad porque, a medida que uno envejece, se pierde hueso con mayor rapidez de la que el cuerpo puede producirlo. La osteoporosis se presenta cuando la producción corporal de nuevo hueso ya no puede seguir el ritmo de la descomposición del hueso viejo. Los huesos, entonces, se debilitan y pueden quebrarse con facilidad. La menopausia aumenta el riesgo de osteoporosis porque durante los primeros cinco años posteriores a la menopausia, las mujeres tienden a perder densidad ósea rápido.
ESTIMADA MAYO CLINIC: ¿Es necesario participar en un ensayo clínico para tener acceso a un fármaco bajo investigación? De ser así, ¿cómo encuentro ensayos clínicos en los que puedo participar? RESPUESTA: Los fármacos bajo investigación son aquellos que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) autoriza a que se prueben en ensayos clínicos. Dichos fármacos generalmente están en algún punto del proceso de estudio sobre su seguridad, eficacia y uso deseado. En gran medida, la forma más común de acceder a los fármacos bajo investigación es a través de un ensayo clínico. Su médico posiblemente sepa acerca de algunos ensayos clínicos propicios para sus circunstancias específicas. No obstante, usted o su médico también pueden buscar en las bases de datos de los ensayos clínicos de los Institutos Nacionales de Salud (www.clinicaltrials.gov) o del Instituto Nacional del Cáncer (www.cancer.gov/clinicaltrials/search). Es menos común, pero algunas personas tal vez califiquen para recibir fármacos bajo investigación sin participar en un ensayo clínico, mediante lo que se conoce como acceso ampliado o “uso humanitario”. El acceso ampliado se creó para permitir que los enfermos graves o con afecciones y problemas mortales, que ya no cuentan con ninguna otra alternativa de tratamiento, tengan alguna esperanza con un fármaco bajo investigación que no sea absurdamente peligroso. Los fármacos bajo investigación no cuentan con la autorización de la FDA, ni son de seguridad y eficacia comprobada.
ESTIMADA MAYO CLINIC: Tengo 80 años de edad y hace varios años recibí tratamiento para cáncer de próstata. Después, presenté algunos bloqueos urinarios que requirieron la colocación de sondas, hasta que los médicos finalmente decidieron ponerme una sonda suprapúbica que durante tres años ha funcionado como se esperaba. ¿Sería posible retirar la sonda y que yo volviese a orinar de forma normal? Aparte de esto, gozo de buena salud; por ello, me pregunto qué complicaciones podrían surgir con un procedimiento como este. RESPUESTA: Cuando es necesario colocar una sonda suprapúbica a largo plazo, por lo general no es factible volver a orinar normalmente, aunque en ciertos casos sí se logra. Consulte con su urólogo para ver si esa sería una alternativa en su caso, pero si no lo fuera y usted todavía deseara librarse de la sonda, sepa que existen otras alternativas. La sonda urinaria es una pequeña manguera plástica que extrae la orina desde la vejiga. La sonda suprapúbica es un tipo de sonda urinaria que se introduce dentro de la vejiga, a través de un pequeño orificio en el abdomen. La manguera saca la orina del cuerpo y la recolecta en una bolsa a la cual está conectada. La necesidad de colocar una sonda suprapúbica es relativamente rara porque, por lo general, solo se hace cuando el conducto que saca la orina desde la vejiga al exterior del cuerpo, la uretra, se encuentra gravemente bloqueado y es imposible abrirlo otra vez. Eso ocurre cuando se acumula tejido fibroso después de administrar radioterapia para el cáncer de próstata.
ESTIMADA MAYO CLINIC: ¿Por qué los niños vacunados contra la tos ferina acaban de todas maneras por contraer la enfermedad? ¿No surtió efecto la vacuna que recibieron? En nuestra escuela se han presentado muchos casos nuevos y ahora se pide que los adultos reciban un refuerzo de la vacuna. ¿Es eso solamente para proteger a los niños, o pueden también los adultos contraer la enfermedad? RESPUESTA: La vacuna contra la tos ferina o pertussis surte efecto, pero la inmunidad generada por la vacuna tiende a debilitarse con el tiempo. Para contrarrestar eso, se recomienda administrar refuerzos a los niños a medida que crecen. Los adultos también pueden contraer tos ferina. Por ello, la mejor protección contra esta infección es administrar un refuerzo de la vacuna a los adultos que estén en contacto estrecho con niños pequeños, lo que también evita su propagación. La tos ferina es una infección bacteriana sumamente contagiosa que ocasiona una tos fuerte y áspera. Los ataques de tos pueden estar seguidos por una inhalación de aire estridente que suena como el “aullido de una fiera”, lo que da el nombre a la enfermedad. Los espasmos de tos pueden provocar cansancio extremo y vómito, además de dificultar la respiración. En los bebés, la enfermedad generalmente es grave porque sus vías respiratorias son pequeñas y pueden tener dificultad para inhalar suficiente oxígeno durante los ataques de tos. Además, la tos fuerte puede ocasionar hemorragias pequeñas en los ojos y el cerebro. La vacunación es la mejor manera de prevenir la tos ferina. Los bebés deben vacunarse a los 2, 4 y 6 meses de edad. La vacuna contra la tos ferina se administra en combinación con la del tétanos y la difteria, por lo que su abreviatura es DPT (D de difteria, P de pertussis y T de tétanos). Se recomienda administrar un refuerzo a los 12 y 18 meses, luego entre los 4 y los 6 años y finalmente a la edad de 11 años. Los refuerzos de la tos ferina también se pueden administrar en adultos y se recomiendan mucho a quienes mantienen estrecho contacto con niños pequeños, especialmente durante un brote de tos ferina.
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