
JACKSONVILLE, Florida: En su empeño por encontrar la mejor combinación terapéutica para tratar el carcinoma anaplásico de tiroides, los científicos de Mayo Clinic en Florida demostraron que no todos los inhibidores de la histona deacetilasa (HDAC) son iguales. A través del examen de varios inhibidores de la HDAC en combinación con el fármaco quimioterapéutico paclitaxel, conocido por su aporte de algún beneficio en este agresivo cáncer, los científicos descubrieron que los inhibidores de la HDAC clase II envían señales por una vía recién descubierta para promover sinergia con la quimioterapia. Los científicos dicen que su estudio, publicado hoy por Internet en Endocrine Related Cancers (Cánceres relacionados con el sistema endocrino), ofrece hallazgos sorprendentes sobre los inhibidores de la HDAC, todos los que aparentemente hacen lo mismo: retirar las enzimas de la HDAC que enrollan al ADN tan apretadamente que silencian los genes. Hay 11 HDAC conocidos. Obstruir la HDAC permite a los genes desenrollarse y abrirse, igual que el resorte de juguete Slinky, para activarse. “Médicos y científicos deben saber que emplear solamente uno de los inhibidores de la HDAC autorizados para el cáncer del paciente podría no aportar los resultados deseados”, señala el coautor del trabajo Dr. Robert Smallridge, endocrinólogo que trata el cáncer de tiroides. “Ese parece ser el caso con el carcinoma anaplásico de tiroides y probablemente también ocurre en otros cánceres”. Desde hace mucho, el equipo de Mayo ha intentado entender el carcinoma anaplásico de tiroides a nivel molecular a fin de descubrir tratamientos que prolonguen la supervivencia.
ROCHESTER, Minnesota: Más de cien de los principales expertos en cáncer del país redactaron una fórmula para reducir el alto costo de los fármacos contra el cáncer y expresaron su apoyo al movimiento de base fundamentado en los pacientes que exige tomar acción al respecto. Sus recomendaciones y apoyo se delinean en un comentario escrito conjuntamente por el grupo en la revista Mayo Clinic Proceedings. “El alto precio de los fármacos contra el cáncer repercute sobre la atención de los pacientes oncológicos y el sistema de atención médica”, comenta el autor principal del trabajo, Dr. Ayalew Tefferi, hematólogo de Mayo Clinic. “El ingreso promedio bruto de un hogar en Estados Unidos es de alrededor de 52 000 dólares anuales. El paciente de cáncer que no tiene seguro médico y necesita un fármaco que cuesta 120 000 dólares al año, debe pagar de su bolsillo un monto que posiblemente supera los 25 000 o 30 000 dólares, o sea más de la mitad del ingreso promedio”. El grupo cita un trabajo realizado en el año 2015, llamado estudio de D.H. Howard, colegas, et al., publicado en la revista Perspectivas Económicas, que descubrió un aumento promedio de 8500 dólares anuales en los medicamentos contra el cáncer en los últimos 15 años. “Cuando se piensa que el cáncer afectará a 1 de cada 3 personas durante el transcurso de la vida, y con las últimas tendencias de los seguros de salud que imponen una gran carga económica sobre el paciente a través de los gastos de bolsillo que éstos deben pagar, de inmediato se ve que la situación es insostenible”, añade el Dr. Tefferi. “Es hora que los pacientes y los médicos exijamos un cambio”. El grupo dice que las siguientes acciones mejorarán la situación y permitirán funcionar mejor a los factores del mercado:
Una comunidad en línea que brinda apoyo a los pacientes