
Los residentes de Arizona se beneficiarán de este ensayo clínico de la medicina de precisión, autorizado por la Administración de Alimentos y Medicamentos, para combatir un tipo mortal de melanoma PHOENIX, Arizona: Mayo Clinic y el Instituto de Investigación Genómica Traslacional (TGen) ayudan a arrancar un ensayo clínico nacional que aplicará lo último en la medicina de precisión en el tratamiento del melanoma avanzado. El estudio aprovecha los avances en genómica, informática y tecnología de información sobre la salud para brindar tratamientos médicos más precisos a quienes padecen esta asoladora enfermedad. Mayo Clinic es el único centro médico de Arizona que ofrece este nuevo tratamiento, patrocinado por Stand Up to Cancer (SU2C, por sus siglas en inglés) y la Alianza para Investigación del Melanoma. Estos ensayos clínicos son la culminación de casi cuatro años de investigaciones realizadas bajo un subsidio del “Equipo para el Sueño del Melanoma” de SU2C. El melanoma metastásico es aquel tipo de cáncer que se ha diseminado desde la piel hacia otras partes del cuerpo, generalmente a pulmones, músculos, cerebro e hígado. El melanoma metastásico anualmente cobra 9000 vidas en Estados Unidos, por lo que contar con nuevas alternativas de tratamiento todavía es una necesidad urgente. Los investigadores de Mayo Clinic y TGen cuentan con un largo historial de estudios innovadores para mejorar los tratamientos de los pacientes con melanoma metastásico. Este nuevo ensayo clínico representa para esta enfermedad la nueva generación de la medicina de precisión.
SCOTTSDALE, Arizona: Un equipo internacional de investigación, dirigido por oncólogos de Mayo Clinic descubrió una nueva manera de identificar y posiblemente detener el avance de muchos tipos de cáncer en etapa terminal, entre ellos, de vejiga, sangre, huesos, cerebro, pulmón y riñón. El presente estudio de medicina de precisión se publicó por Internet en Oncogene y se enfoca en el cáncer de riñón y sus metástasis. Los últimos estudios sobre la misma huella dactilar epigenómica en otros tipos de cáncer plantean una vía común que podría mejorar el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad avanzada en una amplia variedad de tipos de cáncer. “Imagine que el cáncer terminal es como un vehículo incontrolado… la mayoría de fármacos existentes intenta disparar a una u otra llanta, pero no siempre atinan y por eso generalmente no se lo puede detener por completo”, explica el Dr. Thai Ho, oncólogo de Mayo Clinic y autor principal del estudio. “Creemos que hemos descubierto un mecanismo que captura la máquina biológica del cáncer, lo que podría detenerlo en pleno camino”. El nuevo método apunta hacia la huella dactilar epigenómica de las metástasis, en la que el cuerpo generalmente malinterpreta un mapa genético sano y produce células tóxicas que entran en conflicto con las funciones normales del organismo. El Dr. Ho y sus colegas se encuentran actualmente validando un análisis basado en esa huella dactilar epigenómica recién identificada, llamada pérdida de H3K36me3, que podría ayudar a los médicos a identificar el cáncer más agresivo y a descubrir el mejor fármaco para cada paciente a fin de personalizar todavía más la atención médica. “Este documento es el primer informe existente sobre la traducción de esta huella dactilar en los tejidos de los pacientes, y actualmente se realizan esfuerzos por ampliarlo a otros tumores, más allá del cáncer de riñón”, acota el Dr. Ho.
Anualmente 250 000 mujeres en el mundo son diagnosticadas con cáncer de ovario. Para la doctora Jamie Bakkum-Gamez del Departamento de Obstetricia y Ginecología de Mayo Clinic en Minnesota, Estados Unidos, conocer si existe una mutación genética podría ayudar a otros miembros de la familia, tanto mujeres como hombres, a determinar su riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer. La doctora Bakkum-Gamez nos aclara algunas dudas acerca de la enfermedad. P: El cáncer de ovario es diagnosticado anualmente en cerca de un cuarto de millón de mujeres a nivel mundial. ¿Qué nos podría decir acerca de esto? R: En Estados Unidos, 1 de cada 72 mujeres desarrollará cáncer de ovario en su vida. Cerca del 75% de los cánceres de ovario son diagnosticados en una etapa avanzada (etapa III o IV). El tratamiento es una combinación de cirugía para extirpar todo el cáncer que sea posible, seguido de quimioterapia. En algunos casos, la quimioterapia puede ser administrada primero, seguido por cirugía y quimioterapia adicional. En aproximadamente el 95% de las mujeres diagnosticadas con cáncer de ovario, es recomendable el tratamiento con quimioterapia como parte de la terapia contra el cáncer. La quimioterapia no es recomendable sólo en un pequeño porcentaje de mujeres: aquellas que son diagnosticadas con un cáncer de ovario etapa I de lento crecimiento. P: ¿El cáncer de ovario presenta síntomas? Cuando esos síntomas están presentes, ¿es muy tarde para el tratamiento? R: El cáncer de ovario tiene síntomas, aunque generalmente son vagos incluso en el contexto de la etapa avanzada del cáncer (etapa III y IV). Estos síntomas también pueden estar presentes en la etapa temprana del cáncer de ovario. Los 4 síntomas más comunes son: 1) hinchazón abdominal o distensión, 2) dolor abdominal o pélvico, 3) sentirse satisfecha rápidamente al comer (saciedad prematura), y 4) cambios de la vejiga o el intestino. Si estos síntomas ocurren diariamente por 2 ó 3 semanas, una mujer debería ver a su doctor para una evaluación. Incluso en el contexto de un cáncer de ovario etapa III o IV, el tratamiento con cirugía y quimioterapia puede ser curativo.
ROCHESTER, Minnesota: Clasificar la composición molecular de los tumores cerebrales puede servir para asignar a los pacientes con glioma a una de cinco categorías con características clínicas y resultados distintos, demostraron los científicos de Mayo Clinic y de la Universidad de California en San Francisco. Este descubrimiento puede cambiar el método empleado por los médicos para determinar el pronóstico y las alternativas de tratamiento, que anteriormente se basaba en la apariencia microscópica del tumor. El estudio se publicó por Internet en la Revista de Medicina de Nueva Inglaterra. “Los resultados obtenidos van a pesar mucho sobre la futura clasificación de los tumores cerebrales porque la época de categorizarlos exclusivamente según su histología como astrocitoma, oligodendroglioma o oligoastrocitoma mixto puede ser cosa del pasado”, comenta el autor principal del estudio Dr. Daniel LaChance, neurooncólogo de Mayo Clinic. “Esta información molecular permite clasificar mejor a los pacientes con glioma a fin de empezar a entender quién necesita tratamiento más agresivo y quién puede evitar terapias innecesarias”. El nuevo método categoriza a los gliomas según la presencia de tres alteraciones genéticas: co-supresión de 1p y 19q, mutación en IDH y mutación en TERT. Debido a que las primeras dos ya se revisan habitualmente en la práctica clínica, es posible que hacia principios del verano esté disponible un análisis que incorpore a los tres marcadores tumorales. Los gliomas son tumores que se originan en las células gliales del cerebro o médula espinal y son uno de los tipos de cáncer más difícil de tratar. El tratamiento de estos pacientes generalmente consiste en una combinación de cirugía, radioterapia y quimioterapia, aunque incluso con tratamiento agresivo, la mayoría sucumbe al cáncer. En gran cantidad de casos, los métodos normales basados en la clasificación histológica de los gliomas según sus características visibles no son suficientemente buenos para predecir con exactitud el comportamiento posterior del tumor, ni la posible respuesta a la terapia, ni el pronóstico a largo plazo.
CHICAGO: Debido al descubrimiento de la importante ventaja del fármaco dirigido ibrutinib combinado con la quimioterapia normal en los pacientes con recaída de leucemia linfoide crónica (LLC) o de linfoma linfocítico pequeño (LLP), un análisis preliminar cerró el ensayo clínico internacional HELIOS de fase III. Bajo la dirección de Mayo Clinic, los científicos descubrieron que el ibrutinib y la quimioterapia (compuesta por bendamustina y rituximab, y conocida como quimioterapia BR) redujeron en casi 80 por ciento el riesgo de morir por avance del cáncer de los pacientes con LLC o LLP anteriormente tratado, comparado frente a la quimioterapia BR solamente. El anuncio fue hecho durante la rueda de prensa de la reunión del año 2015 de la Sociedad Americana de Oncología Clínica por el investigador experto de HELIOS, el Dr. Asher Chanan-Khan, profesor de medicina y Director de Hematología y Oncología del Centro Oncológico de Mayo Clinic en Jacksonville, Florida. “Este descubrimiento representa un avance importante en el manejo y tratamiento de la leucemia”, comenta el Dr. Chanan-Khan. “Pese a que la leucemia linfoide crónica sea incurable, este nuevo régimen medicamentoso permite manejarla durante más tiempo y disminuye el riesgo de recaída en los pacientes”. El estudio HELIOS contó con 578 pacientes inscritos en centros de todo el mundo y fue el primero en realizar una comparación directa entre la quimioinmunoterapia solamente y la quimioinmunoterapia junto al fármaco dirigido en pacientes con LLC.
CHICAGO: La sustancia dirigida pacritinib logró reducir significativamente los síntomas y el peso de la mielofibrosis avanzada en los pacientes, comenta un científico de Mayo Clinic que codirigió el estudio PERSIST-1, un ensayo clínico mundial de fase 3 para probar la terapia. Se observó de manera específica que el pacritinib redujo significativamente el grave agrandamiento del bazo, característica típica de la mielofibrosis avanzada, en más de 20 por ciento de los pacientes y alivió el efecto secundario debilitante en más de 46 por ciento. Los científicos también descubrieron que el pacritinib es seguro para los pacientes que padecen mielofibrosis con trombocitopenia, afección en la que la reducción de las plaquetas sanguíneas puede conducir a un sangrado mortal. En los pacientes que sufren trombocitopenia grave, no se recomienda la única terapia actualmente autorizada para la mielofibrosis, o sea el ruxolitinib. El Dr. Rubén A. Mesa, presidente de Hematología y Oncología Médica de Mayo Clinic en Arizona, presentará estos resultados durante la conferencia de prensa de la reunión anual del año 2015 de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés) en Chicago. “La administración del pacritinib puede aliviar el peso y disminuir el sufrimiento ocasionado por este cáncer. El pacritinib es muy bueno en muchos pacientes que reciben el fármaco y, además, supera significativamente a otros tratamientos médicos”, expresa el Dr. Mesa. “Es muy pronto para saber si el pacritinib repercute sobre la supervivencia, aunque claramente esa es la expectativa”, añade el médico.
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